Coito Programado
El coito programado es una sencilla técnica de reproducción donde se sincroniza la ovulación con las relaciones sexuales, determinando el mejor momento para conseguir el embarazo de forma natural.
¿En qué consiste el coito programado?
El coito programado es una sencilla técnica donde las relaciones sexuales se programan al momento más fértil del ciclo menstrual, sincronizando la ovulación con las relaciones sexuales.
En primer lugar se realiza una estimulación ovárica suave. Para ello se utilizan una serie de hormonas semejantes a las que produce la propia mujer (gonadotropinas). La estimulación estará controlada periódicamente, ya que suelen desarrollarse varios folículos y si el número de éstos es muy elevado se puede producir una gestación múltiple.
Una vez uno o dos folículos han alcanzado el tamaño adecuado (18 mm de diámetro) se administra la hormona hCG para desencadenar la ovulación, la cual se producirá 34-38 horas después y que es cuando se indicarán las relaciones sexuales.
Con esta inducción a la ovulación, se determina la fecha de la ovulación y de esta forma, se indica a la pareja los días más apropiados para mantener relaciones sexuales.
Durante todo el tratamiento, su asistente personal estará disponible en todo momento para poder resolverle las dudas que pudiese tener y apoyarla en este momento tan especial.
¿Para quién está indicada esta técnica?
El coito programado está indicado para
- Parejas donde la mujer tiene una ausencia de ovulación (anovulación).
- Parejas donde la mujer padece trastornos ovulatorios (disovulación).
- Parejas donde la mujer padece trastornos glandulares que afecten al funcionamiento ovárico.
- Parejas con esterilidad de origen desconocido.
- Parejas que no quieren recurrir a técnicas de fecundación in vitro o inseminación artificial por motivos morales o religiosos.
Antes de iniciar un ciclo de coito dirigido es necesario comprobar que la pareja cumple
una serie de condiciones:
- Garantizar que no hay riesgo de contagio a la pareja y/o futuro bebé descartando el riesgo de una posible hepatitis C o B, VIH, rubeola, sífilis y toxoplasmosis.
- Descartar mediante una ecografía posibles malformaciones uterinas y mediante un análisis hormonal posibles patologías hormonales.
- Comprobar la permeabilidad de las Trompas de Falopio para garantizar el paso de los espermatozoides para que se dé la fecundación, y después que el cigoto llegue hasta el útero.
- Verificar mediante un seminograma que no existen alteraciones seminales.
- La edad de la mujer, la cual influye directamente en las probabilidades de éxito o fracaso. A partir de los 36 años es aproximadamente cuando empiezan a disminuir las posibilidades de embarazo.