Tradicionalmente el hecho de ser madre soltera siempre ha sido una pesada carga. En muchos casos incluso ha conducido a situaciones de riesgo de exclusión social, con dificultades para la madre de encontrar trabajo, pareja y formar una familia.
Pero hoy día la maternidad en solitario está cada vez más aceptada. De hecho, es habitual que muchas mujeres, sin tener un problema de fertilidad, soliciten en los centros de reproducción asistida información sobre tratamientos para poder ser madres.
El perfil habitual de estas madres suele ser:
- edad entre los 35-45 años,
- con un nivel socio-económico medio-alto
- tienen un buen estado emocional,
- y tienen un amplio apoyo en su entorno
La decisión de ser madre soltera suele estar muy pensada y planificada. La maternidad sin pareja no es una decisión que se tome a la ligera, pensando en las dificultades que supone para una familia monoparental el integrarse en la sociedad. Todos los aspectos de criar y educar al hijo sin una pareja conlleva una serie de obstáculos, como la imposibilidad de compartir responsabilidades o problemas de conciliación de la vida personal, familiar y laboral. Para afrontar este proceso, es importante contar con el apoyo de la familia y amigos que puedan dar a la madre la atención, seguridad y confianza que necesita.
Motivos para ser madre soltera
Los motivos más habituales para tomar la decisión de ser madre en solitario son:
- el deseo de ser madres cuando no se tiene pareja y el reloj biológico se acerca a la edad de los 35-40 años.
- la decisión de formar una familia monoparental, un nuevo modelo de familia reflejo de la autonomía de la mujer y la diversidad familiar en la sociedad actual.
La legislación en España tiene en cuenta a las mujeres que desean tomar la decisión de ser madres solteras. “Toda mujer mayor de 18 años y con plena capacidad de obrar podrá ser receptora o usuaria de las técnicas reguladas en esta Ley con independencia de su estado civil y orientación sexual”.
Técnicas para ser madre soltera
Cada vez son más las mujeres que deciden someterse a un tratamiento de reproducción asistida para ser madres solteras. A las cada vez mejores tasas de éxito de estos tratamientos, se unen las dificultades que encuentran las mujeres sin pareja a la hora de plantearse una adopción, tanto nacional como internacional.
Los tratamientos de reproducción asistida por parte de mujeres sin pareja suponen aproximadamente un 35% de estos tratamientos. En primer lugar, el especialista en medicina reproductiva deberá realizar un examen médico y ginecológico, y junto a la edad e historial clínico de la mujer, podrá decidir el tratamiento de reproducción asistida más adecuado:
- Inseminación artificial con semen de donante, donde los espermatozoides obtenidos de una muestra de un donante anónimo son introducidos en el útero de la mujer, tras estimular y calcular la ovulación, para que se produzca la fecundación in vivo. Esta técnica tiene una probabilidad de embarazo de un 15%-25% por ciclo, dependiendo de la edad de la mujer.
- Fecundación in vitro con semen de donante, donde se extraen ovocitos de la mujer mediante punción folicular para ser fecundados por un semen de un donante anónimo en el laboratorio, y luego, los embriones resultantes ser transferidos al útero materno. Esta técnica tiene una probabilidad de embarazo de un 40%-50% por ciclo, dependiendo de la edad de la mujer.
- Fecundación in vitro con ovodonación y semen de donante, donde los ovocitos han sido obtenidos de una donante de óvulos y serán fecundados por un semen de un donante anónimo en el laboratorio. Los embriones resultantes serán transferidos al útero materno de la receptora. Esta técnica tiene una probabilidad de embarazo de un 60-65% por ciclo.
- Embrioadopción, donde la mujer recibe embriones de una pareja anónima que previamente se han sometido a un tratamiento de reproducción asistida y donde los embriones óptimos no usados han sido criopreservados. Esta técnica tiene una probabilidad de embarazo de un 35-45% por ciclo.
Conviene indicar que la elección del donante de semen, ovocitos o embriones donados sólo la pueden realizar el equipo médico-biológico del centro de reproducción asistida, para poder garantizar la mayor similitud fenotípica e inmunológica con la mujer receptora. En ningún caso podrá ser seleccionado personalmente por la receptora.