La reproducción asistida es un conjunto de técnicas biomédicas que facilitan o sustituyen a los procesos naturales que se dan durante la reproducción. Estas técnicas han permitido ser padres a miles de parejas que de otro modo no lo hubieran conseguido. Estos tratamientos están cada vez más extendidos, por lo que hoy día, técnicas como la inseminación artificial, la fecundación in vitro o la preservación de la fertilidad son conocidas por casi cualquier persona.
En los tratamientos de Reproducción Asistida (TRA) intervienen una serie de elementos, tanto humanos como técnicos, que queremos que conozcas. Uno de los profesionales que son claves en el proceso de reproducción asistida son los embriólogos. Para que conozcas su función, María Ángeles Carracedo, embrióloga de VITA, nos explica en qué consiste su trabajo.
¿De qué se ocupa un embriólogo en las técnicas de reproducción asistida?
El embriólogo o embrióloga es un biólogo especializado en reproducción asistida y en el laboratorio de fecundación in vitro, trabajando con gametos (espermatozoides y óvulos) y embriones, para lograr que parejas con problemas de fertilidad puedan conseguir el embarazo.
En una inseminación artificial, el embriólogo se encarga de preparar y seleccionar los espermatozoides de mejor calidad (movilidad y morfología) para ser introducidos dentro del útero de la mujer.
En una fecundación in vitro, en la fase de la punción folicular, el embriólogo se encarga de buscar los ovocitos en el líquido folicular e incubar los mismos en un medio de cultivo hasta la hora de la inseminación. Mientras, se prepara el semen, bien de la pareja o bien de un donante anónimo, para posteriormente inseminar los ovocitos. Mediante la técnica conocida como ICSI (microinyección intracitoplasmática de espermatozoides), el embriólogo procede a introducir un espermatozoide dentro de cada uno de los ovocitos, bajo microscopio y mediante una microaguja.
En los días posteriores se irá evaluando la fecundación de los ovocitos y la evolución de los embriones resultantes, observando cómo éstos se van dividiendo hasta tener las características morfológicas adecuadas para ser transferidos al útero materno.
Llegado el momento de la transferencia, el embriólogo decide junto al ginecólogo y los pacientes cuál es el número adecuado de embriones a transferir, no pudiendo ser mayor de tres por ciclo. Mediante un pequeño catéter se guían a los embriones a través del cuello del útero para ser depositados en éste. Si quedan embriones sobrantes y viables del ciclo se procede a la criopreservación de éstos para usarlos en un futuro.
Durante este proceso, además de realizar las técnicas de fecundación in vitro y la observación de los embriones, el embriólogo se encarga de mantener las condiciones ambientales y técnicas óptimas en el laboratorio para que el cultivo embrionario sea el adecuado. Mantenimiento, revisión y calibrado de los equipos con los que trabaja en el laboratorio, controlar las condiciones ambientales del laboratorio (humedad, temperatura y calidad del aire de la estancia), controlar la cantidad de material de laboratorio que se usa y los medios de cultivo.
El embriólogo también se encarga de llamar a las pacientes para que conozcan la evolución de sus embriones, y atenter cualquier duda que les pueda surgir.
Como vemos, las tareas que desempeña el embriólogo dentro de cualquier tratamiento de Reproducción Asistida, son muchas, tanto directamente en el tratamiento del paciente, como en el mantenimiento del laboratorio.