Los anticonceptivos no se emplean en la totalidad de los ciclos.
Principalmente se utilizan para tratar realizar un mejor control del ciclo menstrual en aquellas pacientes con ciclos irregulares o bien en aquellas que precisan de una planificación más precisa.
El objetivo del fármaco es bloquear la función natural del ovario y tenerlo “en reposo”, para poder así empezar la estimulación. Además de esto, también podemos conseguir beneficios durante la fase de estimulación ovárica, al disminuir la asincronía en el crecimiento de los folículos durante el reclutamiento. El tratamiento con anticonceptivos suele tener una duración media de dos semanas, aproximadamente. Confirmando que los ovarios están en reposo mediante control ecográfico y/o analítico. Tras esto, se retira, y se produce un periodo conocido como de “lavado”, que suele durar entre 5 y 7 días, pudiendo iniciarse la estimulación con gonadotropinas según las dosis e indicaciones de su centro de reproducción.