Tras un tratamiento de fertilidad y la espera hasta saber si ha tenido éxito o no, se producen una serie de reacciones que se deben conocer y gestionar. En muchos casos llegamos al objetivo, al éxito, al deseado embarazo, y además, todo evoluciona bien hasta tener un bebé en casa. Lamentablemente en otros casos no es así.
Ante esta situación los profesionales que han acompañado a las personas implicadas en el tratamiento debemos prestar todo el apoyo y cariño, basado en la experiencia y en lo que tras estudios al respecto hemos aprendido.
Primero hay que entender ese momento como un duelo. Algo que dábamos prácticamente por conseguido, que ha desaparecido súbitamente. Todo duelo tiene unos tiempos, y hay que pasarlos y asimilarlos. Posteriormente hay que plantear todas las dudas, miedos, sentimientos, etc a los profesionales. Intentaremos resolverlas para que nada quede malinterpretado o sin respuesta. La confianza en el equipo y en sí misma es fundamental para proseguir el camino hasta conseguir el objetivo final.
Si varios tratamientos fallan, es posible que debamos profundizar aún más en estudios que en primer lugar no se consideraban necesarios, y es momento de plantearlos y racionalizar su realización. Siempre estaremos a tu disposición para ayudarte en ese momento.