Al inicio del tratamiento de reproducción, las parejas suelen tener la duda de si las relaciones sexuales pueden afectar al tratamiento o el éxito de este y la mayoría de ellas suelen interrumpirlas tras la transferencia embrionaria, por miedo a perder o dañar los embriones.
Referente a las recomendaciones dadas por los profesionales hay diversidad de opiniones, siendo en muchas ocasiones abstinencia sexual antes de la punción folicular o de la transferencia embrionaria. La razón de esto es la posible ruptura de los folículos ováricos después de la estimulación ovárica, lo cual puede producir dolor o las contracciones uterinas que pueden aparecer durante la fase estimulación sexual pudiendo dificultar la implantación.
Con los conocimientos actuales podemos plantear que las relaciones sexuales durante los tratamientos de reproducción pueden mejorar el resultado final del ciclo.
Uno de los ultimo trabajos que corroboran esta hipótesis, es un estudio realizado en 400 ciclos de FIV con transferencia en fresco de embriones y 200 ciclos sustituidos con transferencia de embriones vitrificado. La mitad de las parejas mantuvieron abstinencia sexual y la otra mitad mantuvieron relaciones antes y después de la transferencia embrionaria. El resultado final fue, que aquellas parejas que mantuvieron relaciones sexuales durante el tratamiento consiguieron unas tasas de implantación un 50% mayor que el grupo que mantuvo abstinencia.
Nuestra recomendación en principio y siempre que no exista ninguna causa que lo contraindique, es que la actividad sexual no tiene por qué ser suprimida tras la transferencia embrionaria.