Según la ley de Reproducción Asistida vigente en España, los y las donantes de gametos (espermatozoides/ovocitos) deben ser estudiados previamente para garantizar la seguridad del tratamiento tanto en ellos, como en las pacientes receptoras. Estos estudios incluyen una entrevista con el médico, donde se indaga sobre sus antecedentes personales y familiares, un test psicológico, una batería de enfermedades infecciosas transmisibles y varios tests genéticos, como son el cariotipo y un panel de enfermedades recesivas. Son estudiados a conciencia utilizando las últimas tecnologías para intentar garantizar al máximo su salud, dentro de lo que la ciencia nos permite. Algunas de las enfermedades recesivas descartan directamente la donación (como Fibrosis Quística o síndrome de X-Frágil), pero otras son aptas para la donación debido a su baja incidencia. Prácticamente todo el mundo es portador de alguna enfermedad recesiva, el problema viene cuando ambos miembros de la pareja son portadores de la misma enfermedad, ya que en ese caso habría un 25% de probabilidad de tener descendencia con la enfermedad.
Por ello, para reducir aún más los riesgos, se ofrece a la receptora la posibilidad de un “Matching” genético, que es un estudio genético del miembro de la pareja que vaya a poner su gameto, para compararlo con el de los/las donantes y elegir la opción que mejor encaje. Esto no quiere decir, por desgracia, que la descendencia esté completamente libre de riesgo, pues siempre hay un pequeño porcentaje de error y enfermedades para las que todavía no existen estudios.
En cuanto a la elección de características, la ley española de reproducción asistida nos obliga a buscar donantes con las características físicas más similares a la receptora posibles (etnia, color de ojos y pelo, altura y peso, etc.).