Actualmente definimos la esterilidad o “disfunción reproductiva” como la imposibilidad de conseguir un embarazo tras 1 año de búsqueda del mismo con relaciones sexuales no protegidas.
Si bien esta es la norma general para iniciar la valoración por un especialista en fertilidad y realizar las pruebas pertinentes, existen excepciones a la misma:
- Dada la importancia de la edad materna en las posibilidades de gestación, recomendamos a las pacientes de más de 35 años, iniciar los estudios tras 6 meses de búsqueda infructuosa de embarazo.
- En aquellos casos en los que la pareja presente algún antecedente que pueda afectar a la fertilidad, se recomienda iniciar el estudio sin demora. Por ejemplo:
- Quimioterapia por procesos oncológicos, tanto en el varón como en la mujer.
- Cirugías pélvicas complicadas, peritonitis o antecedentes de endometriosis.
- Abortos de repetición.
- Alteraciones importantes del ciclo menstrual.
- Enfermedades hereditarias conocidas.
- Esterilización voluntaria previa.
Una vez iniciada la valoración por parte del especialista en fertilidad, nos basaremos en los siguientes elementos:
- Historial clínico detallado, exploración física a la mujer y una ecografía transvaginal.
- Estudio hormonal para valorar la reserva ovárica.
- Seminograma para valorar la cantidad y movilidad de los espermatozoides.
- Estudios para confirmar la permeabilidad tubárica.
- Otros estudios complementarios si fueran aconsejables.