La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune que afecta principalmente a mujeres jóvenes, entre los 20 y 50 años. Este trastorno causa daños en el cerebro y la médula espinal, provocando síntomas que varían según la localización y magnitud de cada brote: debilidad, hormigueo, adormecimiento, visión borrosa, rigidez muscular, problemas para pensar o problemas urinarios. Estos brotes pueden durar días, semanas o meses, y después de que desparezcan los síntomas, es habitual que la enfermedad reaparezca en forma de recaídas que pueden continuar empeorando hasta no desaparecer.
Afecta habitualmente a mujeres, en una proporción de 2 de cada 3 personas afectadas. Los brotes de la enfermedad en las mujeres puede coincidir con la maternidad, por lo que es un asunto particularmente importante.
En el pasado, los médicos solían desaconsejar a pacientes con esclerosis múltiple la posibilidad de quedarse embarazada, ya que podría influir negativamente en la enfermedad. Los estudios epidemiológicos han demostrado que el período de embarazo está “relativamente protegido” contra recaídas (que se reducen en aproximadamente un 50%). Según estos estudios, el embarazo no afecta la enfermedad a largo plazo. Los últimos tres meses del embarazo ofrecen una protección natural contra estas recaídas, aunque los primeros seis meses el riesgo puede aumentar. Así, las mujeres con esclerosis múltiple tienen las mismas probabilidades de quedar embarazada y tener un embarazo saludable como cualquier otra mujer, pero deben tenerse en cuenta algunas dificultades.
Consejos para llevar un embarazo saludable en mujeres con esclerosis múltiple
Antes del embarazo, si estás pensando en quedarte embarazada, informa a tu médico, ya que muchos medicamentos para tratar la esclerosis múltiple están contraindicados en el embarazo. Es recomendable unirse a algún grupo de apoyo de afectados por la esclerosis múltiple, y planificar con la familia y amigos el futuro. Es importante involucrar a la pareja para evaluar todos los factores y tomar una decisión juntos.
Durante el embarazo, los síntomas de la esclerosis múltiple suelen remitir en muchas mujeres. Así que si los síntomas te dan un respiro, disfruta del embarazo.Ten en cuenta que la mayoría de los tratamientos para la esclerosis múltiple están contraindicados en el embarazo y la lactancia, por lo que debes consultar con tu médico sobre que tratamiento seguir durante el embarazo. Por último, recuerda que es muy probable que sea necesaria una cesárea para dar a luz.
Después del nacimiento, es posible que las mujeres con esclerosis múltiple sufran una nueva recaída de la enfermedad y, por lo tanto, es importante que tengas apoyo para cuidar al bebé. En este período tras el parto, el riesgo de recaída es ligeramente mayor en comparación con una mujer que no ha dado a luz.
Finalmente, no dejes que la esclerosis múltiple sea un impedimento para quedarte embarazada. Si después de hablar con tu médico y pareja y familia, estás preparada para quedate embarazada, no dejes que la esclerosis múltiple te detenga.