La infertilidad es la incapacidad de una pareja para lograr quedarse embarazada tras un año de relaciones sexuales sin métodos anticonceptivas, o 6 meses si la mujer es mayor de 35 años. Este problema a menudo se asocia la mujer, aunque en un 40% de los casos se debe a factores asociados a la infertilidad masculina. Algunas condiciones que el hombre puede presentar son una baja producción de espermatozoides, esperma de baja calidad (espermatoziodes con baja movilidad o de morfología incorrecta) u obstrucciones en el aparato reproductor.
Por tanto, es fundamental que los hombres se realicen pruebas de fertilidad masculina para descubrir posibles problemas de infertilidad cuando una pareja está buscando quedarse embarazada y concebir.
Pruebas de fertilidad masculina
La evaluación de la infertilidad masculina debe comenzar con una consulta al urólogo. El urólogo probablemente realizará una entrevista y un exámen básico que incluya un estudio del historial médico y reproductivo, un estudio de cualquier cirugía que haya podido tener el paciente y medicamentos que esté tomando el paciente.
Preguntas acerca del historial clínico, estilo de vida, ejercicio físico, hábitos alimenticios, consumo de tabaco, alcholol y drogas, ayudarán a determinar las posibles causas del problema de infertilidad masculina.
Posteriormente se debe realizar un estudio de los testículos, de su tamaño y especialmente de la posible presencia de varices en los testículos. La varicocele es una anomalía que se presenta en forma de varices y dilatación en las venas del cordón espermático. Es el causante del 16% de los casos de infertilidad masculina.
Un especialista en infertilidad debe realizar un análisis del semen. La prueba más habitual es el seminograma, que evalúa el volumen de semen, el número de espermatozoides, su morfología, movilidad y otras variables del esperma. Este examen debe incluir un análisis de sangre para estudiar los niveles hormonales de testosterona y prolactina, entre otras hormonas relacionadas con la producción de esperma.
Generalmente, un alto número de espermatozoides con morfología natural significa una mayor fertilidad. Pero se pueden producir excepciones, ya que muchos hombres con bajo número de esperma o espermatozoides anormales siguen siendo fértiles. Alrededor del 15% de los hombres infértiles tienen un gran número de espermatozoides normales. También puede darse el caso de sufrir azoospermia, un trastorno orgánico en el cual el hombre presenta una ausencia casi compelte de espermatozoides en su semen. A veces, este problema se debe a una obstrucción que puede corregirse con cirugía. Otros problemas relacionados con eyaculación son la eyaculación precoz, o la eyaculación retardada. Además, este análisis también puede detectar problemas relacionados con una infección en el aparato reproductor.
El estudio de los niveles de hormonas que controlan la producción de esperma, especialmente la hormona foliculoestimulante (FSH) y la testosterona, puede ser necesario. Sin embargo, las hormonas solo son la cuasa de la infertilidad masculina en el 3% de los casos.
Finalmente hay otras pruebas adicionales, como pruebas genéticas, que pueden ser llevadas a cabo por el especialsita en medicina reproductiva si con el seminograma, análisis de sangre y hormonal no han detectado el problema de infertildad.
En cualquier caso, ante un problema de infertilidad de la pareja, es recomendable que visite a un especialista en medicina reproductiva para que estudie la causa de la infertilidad de forma personalizada, recomendandole las pruebas más idóneas para el diagnóstico del problema, y finalemente el tratamiento de fertilidad más adecuado para poder quedarse embarazada.