Entre un 25% y un 30% de las mujeres que hoy tienen entre 36 y 40 años no será madre. Se trata de aquellas mujeres nacidas en la segunda mitad de los 70. Así se desprende del estudio publicado recientemente por la Universidad Autónoma de Barcelona que ha analizado las perspectivas demográficas en España. En concreto, las mujeres nacidas en 1975 son las más infecundas de todas las generaciones en los últimos 130 años.
Las causas se deben fundamentalmente al retraso de la edad para ser madre por primera vez y las condiciones familiares, profesionales y económicas que rodean la decisión de ser madre.
La edad media para tener hijos en España se sitúa en los 31,8 años, siendo la edad más alta de Europa, donde la media es de 30,3 años, y una de las más elevadas del mundo. Y es que hasta bien entrados los 30 años son muchas las mujeres que no se plantean ser madres, ya que deciden buscar antes una estabilidad económica y profesional, además de querer disfrutar primero de una vida en pareja sin hijos.
Hay que tener en cuenta que el pico de máxima fertilidad se sitúa entre los 20 y los 30 años. Entre los 30 y los 35 años las probabilidades para quedarse embarazada comienzan a disminuir, aunque no se deben tener grandes problemas. Entre estas edades, las probabilidad de embarazo son del 25% al 15% por cada ciclo. Es a partir de los 35 años cuando la calidad y cantidad de los óvulos se reduce considerablemente y las probabilidades de quedarse embaraza decrecen rápidamente, cayendo hasta un 5% cuando se alcanzan los 40 años. Además, a estas edades se acrecientan los riesgos de sufrir abortos o alteraciones cromosómicas en los embriones.
Causas y razones para no ser madre
Según un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona, se identifican 5 grandes razones para que cada vez sean más mujeres las que no tienen hijos:
- Mujeres que por razones biológicas no pueden tener hijos, debidos a problemas de infertilidad como la endometriosis, obstrucción de las trompas de Falopio, anomalías uterinas, ovarios poliquísticos o problemas de ovulación. Se la conoce como infertilidad primaria.
- Mujeres que no desean tener hijos a pesar de que son fértiles. Se la denomina infecundidad deseada. Se trata de mujeres que no se plantean tener hijos y formar una familia. Los casos más habituales están relacionados con motivos laborales. Según una encuesta realizada en el 2010 por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el 60% de las mujeres afirman que tener hijos supone un obstáculo para el desarrollo de su vida profesional.
- Mujeres que pueden y quisieran tener hijos pero no se lo plantean porque consideran que son demasiado jóvenes. Sería la infecundidad normativa. Los condicionantes sociales están detrás de estas causas, ya que se trata de mujeres que se han planteado formar una familia pero consideran que antes de los 30 años todavía es pronto para quedarse embarazadas. Además, una parte de la sociedad aún no ha aceptado a las madre solteras y a familias monoparentales.
- Mujeres que pueden y quieren tener hijos y están en las edades socialmente consideradas para ser madres, pero que deciden posponer la maternidad porque no reúnen las mejores condiciones familiares y económicas. Es conocida como infecundidad transitoria. La tendencia de las familias españolas es la de casarse menos y divorciarse más. Dificultades que pueden tener algunas mujeres para encontrar pareja estable o encontrar estabilidad laboral y económica, hacen que la maternidad se postponga hasta bien entrados los 30 años.
- Mujeres que cuando deciden tener hijos no logran el embarazo debido a su baja fertilidad fundamentalmente por la edad. Hay que tener en cuenta que a partir de los 35 años la fertilidad femenina disminuye considerablemente, y es posible que sin un tratamiento de reproducción asistida, las mujeres mayores de 35 años tengan problemas para conseguir el embarazo.
Como vemos, muchas de las causas para no ser madres están asociadas al retraso de la edad para buscar el embarazo, que obligan a aplazar la decisión de ser madre hasta unas edades en las que la fertilidad disminuye considerablemente. Tratamientos de reproducción asistida como la Fecundación in Vitro (tanto con donación de óvulos como de esperma), así como técnicas para preservar la fertilidad son de gran ayuda para aquellas mujeres que deciden retrasar la maternidad.