La finalidad de una Fecundación In Vitro (FIV) no sólo es conseguir el embarazo, sino también dar a luz un bebé sano con los mínimos riesgos para la madre, buscando así minimizar los embarazos múltiples y el riesgo que esto conlleva tanto para la madre como para los fetos.

Ante un embarazo múltiple, el organismo de la madre tiene que realizar un mayor esfuerzo para adaptarse a esta sobrecarga, lo que puede provocar hipertensión arterial, diabetes getacional, anemia, partos prematuros o con necesidad de cesárea. Esta mayor probabilidad de partos prematuros puede implicar riesgos para el bebé como retraso en el crecimiento, defectos congénitos, trastornos en la salud o discapacidades permanentes.

En los tratamientos de Fecundación In Vitro la probabilidad de tener una gestación doble es mayor con respecto al embarazo natural. Así, de un 1-2% de embarazos múltiples en embarazos espontáneos se ha pasado a un 20-30%, debido a los programas de estimulación ovárica y los tratamientos de reproducción asistida. Para evitar un embarazo de riesgo, es fundamental reducir las tasas de embarados múltiples en los tratamientos de FIV.

La FIV consiste en fecundar los óvulos en el laboratorio fuera del útero. Cuantos más óvulos se obtengan por ciclo, más se podrán fecundar y más embriones habrá para elegir y transferir a la madre, y de este modo tener mayor probabilidad de embarazo. Lo ideal sería realizar una transferencia de un sólo embrión con muchas opciones de evolucionar hacia un embarazo.

Gestaciones múltiples en FIV

El objetivo de transferir un único embrión se persigue desde hace muchos años. Cuando se ha constatado que el querer obtener el embarazo con la máxima celeridad implica un incremento dramático de los embarazos múltiples, no sólo gemelares, sino también trillizos, ha saltado la llamada de atención por parte de muchas sociedades científicas.

En España, durante 2012 se produjeron un 23,5% de gestaciones múltiples en FIV con ovocitos de la propia paciente y un 31,1% en el caso de ovocitos de donante. Sólo un 5,4% de los casos de ovocitos propios han sido transferencias embrionarias electivas de un único embrión mientras que en otros países, este tipo de transferencias son las mayoritarias.

Los embarazos múltiples, como es bien sabido, acarrean un gran número de complicaciones fetales y neonatales siendo las más sobresalientes la prematuridad y el bajo peso del recién nacido. Hay un mayor número de abortos, ya sea de uno o más fetos; el crecimiento intrauterino es retardado; mayor incidencia de problemas neurológicos, sobre todo en niños, que al nacer, pesaban menos de 1 Kg, etc. Asimismo, las madres pueden sufrir complicaciones (anomalías placentarias, diabetes gestacional; el posible parto prematuro que requiere más reposo, etc.).

Avances hacia la transferencia de un sólo embrión

Hoy en día, gracias a las investigaciones y avances científicos se han mejorado mucho las condiciones de trabajo, tanto en los aspectos clínicos como en el laboratorio, lo cual ha permitido 3 avances significativos:

  • la regulación de las estimulaciones ováricas,
  • la obtención de un mayor número de embriones de alta calidad y
  • un mayor conocimiento sobre el desarrollo embrionario que favorece seleccionar a los más idóneos para la transferencia.

Es de destacar que la criopreservación embrionaria es la herramienta principal de que se dispone actualmente para reducir la incidencia de los embarazos múltiples, sin hacer disminuir la tasa de gestación. Con las altísimas tasas de supervivencia logradas (cercanas al 100%) se puede decir que el porcentaje de gestación acumulada esperable es superior si se transfiere un solo embrión y se congela el resto que si se transfieren los 2 mejores.

Todavía hay muchas parejas que al ser informadas de la conveniencia de transferir un máximo de dos embriones, con el riesgo de obtener un embarazo múltiple, consideran que no pasa nada. Para ellos, sería como “recuperar el tiempo perdido”. Sin embargo, está en manos de los profesionales dar la información correcta, y, si los resultados del centro y la calidad de los embriones lo permite, transferir un único embrión sería lo aconsejable e incluso aumentaría las posibilidades de gestación por punción.

Número de embriones a transferir

Se debería regular el número de embriones a trasferir en función de la edad de la paciente y el número de intentos realizados.

 

  1. Con menos de 35 años, la transferencia es de un embrión en fresco; un embrión en el segundo intento (dos embriones si tienen baja calidad) y dos embriones en el tercer intento.
  2. En pacientes con más de 35 años y menos de 40 años, en el primer y segundo intento son dos embriones y en el tercer intento tres embriones.
  3. Entre 39 y 43 años, transferencia de dos o tres embriones, dependiendo de la calidad es éstos.

 

En conclusión, actualmente estamos en disposición de plantearnos la transferencia de un único embrión en muchos de los casos, gracias a los importantes avances en la evaluación embrionaria y las técnicas de criopreservación embrionaria.