Son cada vez más mujeres en España las que deciden congelar sus óvulos para retrasar el momento de ser madres. Actualmente la media de edad para ser madre supera los 32 años, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Más de la mitad de los nacimientos que se producen en España (54%) son de mujeres entre los 32 y 40 años.
Pero el posponer la maternidad por encima de los 30 años puede tener consecuencias. A medida que aumenta la edad, las opciones de ser madres se reducen. Disminuye la reserva de óvulos y su calidad es menor. Para evitar problemas de fertilidad en el futuro y tener garantías de poder ser madre, muchas mujeres optan por congelar sus óvulos para buscar el embarazo más adelante.
¿Qué técnicas existen para congelar los óvulos?
En la actualidad, para congelar los óvulos se suele utilizar la técnica de la vitrificación, donde los óvulos son congelados de manera ultrarápida, pasando de una temperatura de 37ºC a -196ºC en unos segundos.
Además existen otros tratamientos para congelar los óvulos, como :
- la congelación de tejido ovárico
- la trasposición de los ovarios
- la protección de los ovarios con agonistas de GnRH
- la maduración in vitro de ovocitos
Estas técnicas son consideradas experimentales y tienen peores resultados, por lo que en la práctica no se utilizan.
¿En qué casos se recomienda la criopreservación de óvulos?
La criopreservación de óvulos se suele recomendar para mujeres que desean retrasar su maternidad unos años y ya se encuentran en una edad por encima de los 30 años.
Hoy día, muchas mujeres mayores de 30 años aún no han encontrado la pareja ideal para compartir la maternidad o bien desean desarrollar su vida profesional antes de ser madres, por lo que se esta técnica es beneficiosa para evitar problemas de fertilidad en el futuro.
Pero la criopreservación también está indicada para pacientes oncológicas que van a someterse a quimioterapia y/o radioterapia, ya que estos tratamientos disminuyen considerablemente la cantidad y calidad de los óvulos. Ante estos casos, la criopreservación antes del tratamiento oncológico es realmente útil para intentar el embarazo deseado en el futuro.
La vitrificación también se recomienda en mujeres que padecen una endometriosis severa y van a someterse a una cirugía donde van a sufrir una pérdida importante de tejido ovárico.
Finalmente la criopreservación puede utilizarse en aquellas parejas que van a someterse a una fecundación in vitro y no quieren congelar embriones sobrantes, por lo que parte de los óvulos recuperados se inseminan y el resto se vitrifican.
¿A qué edad se deberían congelar los óvulos?
En los casos de criopreservar los óvulos para ser madre en el futuro, conviene congelar los óvulos antes de los 35 años. La calidad de los óvulos será mayor cuanto más jóvenes sean éstos.
A partir de los 35-38 años, las mujeres reducen enormemente la cantidad y calidad de sus óvulos, por lo que el éxito de esta técnica disminuye considerablemente.
Tampoco está indicada en niñas y jóvenes menores de 18 años, donde no se producen óvulos válidos para ser congelados.
¿En qué consiste el proceso de criopreservación?
En primer lugar la mujer se somete a una estimulación ovárica. Durante 10-12 días, bajo tratamiento hormonal, se induce a un desarrollo de varios folículos que produzcan varios óvulos en el mismo ciclo menstrual. Dependiendo de cada paciente, se pueden lograr unos 12-20 óvulos. Esta estimulación se controla mediante ecografías y analíticas de sangre.
Una vez que los folículos alcanzan el tamaño adecuado se administra la hormona hCG que desencadena la maduración final de los óvulos. Esta maduración tarda unas 34-35 horas.
Cuando los óvulos están listos para ser extraídos, se realiza la punción folicular. Mediante este procedimiento mínimamente invasivo se recuperan los óvulos en 15 minutos, sin molestias para la paciente.
Ya con los óvulos en el laboratorio, se procede con la vitrificación de los mismos. Éstos se congelan de forma ultrarápida, pasando de una temperatura de 37ºC a -196ºC en pocos segundos. Gracias a unos crioprotectores se logra proteger las estructuras celulares de los óvulos para que no se dañen por la formación de cristales. Los óvulos, ya vitrificados, se almacenan en tanques adecuados que contienen nitrógeno líquido que los mantienen a -196ºC de temperatura. Se conservan en ese estado hasta el momento en el que la mujer desea buscar el embarazo.
En ese momento se inicia el proceso de descongelación para ser inseminados mediante ICSI con el semen de la pareja o de un donante anónimo. Aquellos que hayan sido fecundados correctamente y se desarrollen con mejores características morfológicas, serán transferidos a la paciente.
¿Cuánto tiempo pueden permanecer los óvulos congelados mediante vitrificación?
Los óvulos vitrificados técnicamente pueden permanecer congelados el tiempo que necesite la paciente para ser madre ya que no se deterioran con el tiempo.
Legalmente tampoco existe una limitación temporal para su mantenimiento.
¿Qué tasas de éxito tiene este tratamiento?
El proceso de vitrificación de los óvulos es mucho más efectivo y seguro que la congelación lenta de óvulos, ya que se evita que el hielo dañe los óvulos.
Una vez descongelados, los óvulos tienen una tasa de supervivencia de aproximadamente del 90% variando en función de la edad de la paciente y la calidad de sus óvulos.
Finalmente, la tasa de embarazado después de la transferencia de embriones a partir de óvulos criopreservados es de aproximadamente el 45%.
¿Qué precio tiene la criopreservación?
El precio de la criopreservación dependerá de los procedimientos que incluya el tratamiento: estimulación ovárica, punción folicular y/o criopreservación. Este precio de la criopreservación oscilará entre los 2.000 y los 3.000 euros.
Habría que añadir además el mantenimiento de los óvulos vitrificados, que ronda los 300 euros, aunque en el primer año se ofrece de forma gratuita.